Por Manfredi Florencia El pasado martes 2 de mayo, los alumnos de 6to C - Abril di Fonso, Abril Rondinara, Magalí Feliz, Joaquín Escalada y Araceli Milei - compartieron las reflexiones escritas por ellos el año pasado sobre violencia de género, a los estudiantes de 5to C, durante una encuentro especial para la materia Comunicación, Cultura y Soeciedad. En la jornada se conversó sobre diversos casos, como por ejemplo los recientes femicidios de Araceli Fulles (San Martín, 2017), Micaela García (Gualeguay, 2017) y el disparador, en su momento, del femicidio de Lucía Peréz (Mar del Plata, 2016). Al pie de la publicación pueden leer los escritos de los chicos. Por Joaquín Escalada. Hola, te escribo a vos que estás leyendo esto probablemente con desinterés porque ya paso la marcha del ni una menos. Te escribo para intentar concientizarte sobre la causa, y para que, de una vez por todas, seamos todos capaces de entender la gravedad de la situación a la que la humanidad entera está llegando. A lo mejor vos (como tantos otros) más de una vez desestimaste la manifestación de las mujeres con frases como “Marchan por los femicidios, pero no por los asesinatos de abuelos, hombres, animales, etcétera”. Pero sin embargo, lo que no tuviste en cuenta es que lo que se entiende por femicidio es el asesinato de una mujer por parte de un hombre que la considera su propiedad. Ahora, con un poco más de conocimiento del tema, propongo que todos nos hagamos un planteo y nos cuestionemos lo siguiente: ¿Pasa también con los hombres esto? ¿También hay mujeres que creen propiedad suya a un hombre a tal punto de llegar a la violencia o inclusive al asesinato? Seguramente se den situaciones así, pero es una cifra muy reducida la de asesinatos/violaciones/violencia impartida por parte de una mujer a un hombre. Esto se debe a que muy difícilmente se dé una situación en la que una mujer pueda aprovecharse de tener más fuerza que su pareja y cometer estos crímenes; sin embargo, por lógica, si se da muchísimo más fácil que un hombre tenga la posibilidad de aprovecharse de tener mayor fuerza que una mujer. Y eso es lo que hacen estos tipos, que ya no sé cómo llamarlos, ni el termino de animal les queda bien. Si por casualidad sos de esas personas (o conoces a alguien) con mentalidad retrógrada e involutiva que después de conocer el tema sigue pensando que estas movilizaciones son puramente de mujeres o de carácter feminista, te propongo planteártelo desde otro punto de vista: La movilización es por los graves delitos contra las mujeres por parte de hombres, que cada vez son más; probablemente cuando ves noticias de uno de estos sucesos pensás que es uno más entre tantos, un simple ejemplo más de la situación que vivimos. Chiara Páez, Gabriela Parra, María Eugenia Lanzetti, Agustina Salinas, Lucía Pérez, para vos son simplemente un caso más, que te impacta cuando te enterás de lo que le pasó pero de quien después te olvidas y casi que te ni te importa ella, y la marcha que se hace por ella y otras tantísimas. Si pensás que la marcha no tiene sentido, míralo de otro modo, es una marcha que si logra su objetivo, una movilización y concientización de la cual todos o la mayoría de la sociedad formemos parte, puede prevenir que mañana u otro día sea tu hermana a la mujer que la traten de rápida y golpeen, o bien tu mama la que un hombre asesine cruelmente. Cada chica que asesinan para vos es alguien más, pero pensá que atrás de ella hay una familia, que sufre de la perdida y el modo en el que todo pasó, y al camino que vamos, no queda tan lejos que esa un día sea tu propia familia. Así que llamo a todo el que lea esta carta a unirse a la próxima manifestación que ocurra y a participar en defensa de todas esas chicas y familias inocentes que padecen de la situación, porque entre todos podemos establecer en cada uno el #NiUnaMenos y terminar con todo esto. #NiUnaMenos Por Abril Di Fonzo Ni una menos, ese tan famoso logo, hagshtag, que se popularizo en contra de los femicidios, para tomar conciencia de que esto paso, está pasando y pasará si no instruimos, enseñamos a las nuevas generaciones a respetar a las mujeres y también a respetarse entre sí. ¿Por qué debo tener miedo cada vez que camino sola? ¿Por qué debo llamar a mi mamá cada vez que salgo a algún lugar? ¿Por qué tiene la idea que me puede pasar algo? Tengo 17 años, y a mi edad tengo proyectos, sueños que deseo cumplir. Quiero viajar sola, quiero salir a caminar de noche, pero no puedo, no quiero tener que estar perseguida por si me va a pasar algo, no quiero tener que desconfiar de todo el mundo “por las dudas”, no quiero tener miedo. Quiero vivir, quiero disfrutar mi vida. ¿Alguna vez pensaste en como una nena de tan solo 13 años le tiene que explicar a sus compañeras que fue abusada, que tiene un hijo a esa edad? ¿A un nene debiendo explicar que su mamá murió porque su papá le pego? ¿A una madre, a una amigo, a un familiar llorando por no encontrar a su hija, a su amiga, a su sobrina, nieta? Esto ocurrió toda la vida, pero por fin tomamos conciencia de que nos están matando, nos violan, nos secuestran. Esta carta no es dirigida para que te pongas en su lugar, porque nunca vas a poder poderte en el lugar de alguien que sufre, sufrió constantemente por el machismo impuesto desde de nacimos en la sociedad. Y tampoco va dirigida contra los hombres, no quiero ser generalizadora, aunque si es verdad que son muchos hombres quienes cometen estos actos barbáricos, también hay mujeres que participan de esto. Como por ejemplo en los secuestros, la “dama mayor”, una mujer que tiene la labor de “cuidar” a las mujeres secuestradas para luego utilizarlas para placer sexual. Esta carta es dirigida para comprender, ayudar y para que puedas ser parte de esta gran movida de #NiUnaMenos. Para que yo, mis amigas, mi mamá y todas las mujeres del mundo no tengamos más miedo. Para que cuando tenga hijas no vivan con el miedo de que si salen, no vuelven. Y quiero por sobre todas las cosas que este movimiento que se viralizó no quede acá, que no se olvide en un par de semanas por haber “pasando de moda”, esto es grave y no se debe olvidar. Queremos vivir. Quiero ser feliz. Quiero poder confiar en las personas sin miedo. Quiero morir de una forma sana, no cuando a alguien se le ocurra matarme. Quiero cumplir mis metas. Quiero soñar. Por Magalí Feliz El tema de la violencia de género es algo que nos compete a la sociedad y a todos nos rodea, algo que se da en todo el mundo y no solo en la Argentina. Debemos tomar conciencia sobre este tema ya que no es algo menor, es algo grave, algo que no debe ocurrir porque nadie tiene el derecho de lastimar física o psicológicamente a otra persona. Creo que una de las causas por lo que este tipo de cosas sigue ocurriendo es porque, las víctimas, que mayormente son mujeres, tienen miedo de lo que pueda ocurrir si denuncian a sus victimarios. Estos casos han existido siempre, pero en la actualidad han salido a la luz y se han difundido gracias a los medios masivos de comunicación, como por ejemplo las redes sociales que permiten, no solo que esto se dé a conocer sino que también se tome conciencia y además se conozcan las medidas de prevención o los programas o líneas de ayuda que brindan el gobierno y las distintas organizaciones. También gracias a los medios de comunicación masivos, se hacen invitaciones a campañas, como por ejemplo las marchas como fue “#NiUnaMenos” Yo creo que si todos nos unimos podemos frenar esto; si logramos que las víctimas se animen a denunciar lo que les ocurre, podremos dar con los victimarios y hacer que la justicia los condene y los haga pagar por el daño que han hecho. Cabe aclarar, que cuando hablo de violencia de género, no sólo me refiero a la violencia hacia las mujeres, sino a la violencia que reciben aquellas personas por su sexo o género, es decir que se puede dar tanto hacia hombres como mujeres. Nadie se merece recibir violencia. Comúnmente, se dice que “algo habrán hecho” o este tipo de frases típicas que justifican algo que no tiene justificación ya que está mal, es ilegal porque es atentar contra la vida ajena. Pienso que la escuela y la familia son la base del actuar de las personas, porque en los primeros años de vida es la etapa en la cual aprendemos lo que está bien y lo que está mal, lo que debemos hacer y lo que no. Además en ambos ámbitos, es en donde se deben gestar las bases de la concientización y se debe enseñar que no hay que lastimar al otro, diciendo esto cito la famosa frase que dice “mis derechos terminan cuando empiezan los del otro”. Algo que creo que es importante resaltar, es que no debemos generalizar debido a que no todos los hombres son golpeadores y maltratadores, son muy pocos, la mayoría hacen lo correcto y respetan a las mujeres. Pero con esto no quiero crear confusión, no quiero decir que las mujeres si tienen derecho a maltratar hombres; mi intención es transmitir que seas hombre o mujer, no tenés que maltratar a nadie, no importa que sea del mismo sexo o no que vos, tenés que respetarlo, su forma de pensar y actuar, etc. Ya que no todos somos iguales en nuestra personalidad y forma física, pero debemos respetarnos. Por Araceli Milei Me pidieron que escriba una carta reflexiva sobre el tema “Ni una menos” y sobre todo lo que está pasando últimamente en la sociedad. Y a pesar de que me es difícil empezar, intentaré expresarme desde mis sentimientos y mi punto de vista. Adolescentes, madres, hermanas, amigas, tías y abuelas. Todas y cada una de ellas pueden ser víctimas de abuso, maltrato, de violencia, pero pareciera que nos tiene que tocar específicamente a uno de nosotros para que nos movilicemos, para que nos demos cuenta de que estamos mal, de que estamos retrocediendo, de que nos volvemos agresivos, de que nos estamos matando entre nosotros. Sinceramente me da pánico prender la televisión y ver que desapareció una chica cuando volvía del colegio, que asesinaron a puñaladas a una madre frente a sus hijos porque se divorció del esposo, que buscaban desesperadamente a una nena de 11 años y resulta que estaba muerta en una bolsa de consorcio a tan sólo una cuadra de su casa. Es desesperante pensar que nos puede pasar a nosotras mismas, que un día podemos salir de nuestras casas y nunca más volver, nunca más abrazar a tu mamá, a tu papá, a tus hermanos, nunca más ver a tus seres queridos y dejarlos a ellos acá sufriendo tu pérdida, porque te mataron por el simple hecho de ser mujer y porque “provocamos”. Estoy cansada y harta de tener que caminar rápido por la calle sin mirar a nadie, estoy cansada de tener que subirme a un taxi y tener el celular prendido con un mensaje listo por si algo sale mal. Estoy cansada de tener que minimizarme o cruzar de vereda porque hay cinco tipos en la esquina gritándote cosas obscenas por el simple hecho de llevar una musculosa y una pollera. Yo no quiero tener miedo, no quiero pensar en que me pueden hacer cosas inhumanas porque tengo una vagina y porque se creen que tienen el derecho de poseerme. Quiero que se nos respete, que tengamos los “mismos derechos” que tienen los hombres, quiero vestirme como tenga ganas y no pensar en lo que me pueden gritar. Quiero sentir que no hay peligro, que nada malo puede pasarme y que esa noche voy a volver a dormir en mi cama tranquila, que todo está bien. QUIERO SEGUIR VIVA. “Disculpen las molestias, pero nos están matando”. Por Abril Rondinara
Hace un mes aproximadamente, mataron a una adolescente de mi misma edad de una manera totalmente morbosa, la violaron y encima como si fuera poco, la empalaron. Yo creo que no tiene calificativo alguno este acto, porque ¿qué clase de ser humano puede hacer esto? De hecho, ¿podrá llamarse humano? Esas personas, ¿tienen hijos?, ¿tienen madre? ¿tienen esposa? ¿Cómo no sienten empatía por aquellas mujeres indefensas? ¿Qué pasa en esta sociedad? Necesitamos unión y es lo que menos hacemos. Cada uno expresa sus ideales, que me parece perfecto, porque sería muy hipócrita de mi parte mencionar esto y no incluirme en esa gente. He visto y presenciado familias divididas por los fanatismos. Fanatismos. Que si sos machista, que si sos feminista, que si sos macrista o kirchnerista, lo que está bien o lo que está mal. ¿Es necesario? Somos seres humanos que pensamos y nos expresamos de distinta manera. Pero ahora, es distinto. Ese “miércoles negro” quizá, entendimos que solo nosotros podemos combatir el miedo que sentimos al caminar por las calles solas o solos a las 9 de la noche, que nos podemos vestir como queramos sin pensar en lo que nos puede pasar si salimos de short y tacos a una entrevista de trabajo o a ver a nuestro novio. Lo que estoy comentando, no le quita derecho a los hombres ni se lo otorga a las mujeres. Tenemos que entender que nadie desde los seres humanos (de cualquier edad y género) ni los animales deben ser víctimas de violencia. ¡Qué lindo sería vivir en una sociedad donde todos nos tratemos como hermanos! En una sociedad como la de nuestros abuelos, que por supuesto que tenía sus cosas, pero había comunicación cara a cara. Si se extrañaba a alguien, lo iban a ver no como ahora, que le escribimos un WhatsApp y está todo solucionado. Nos falta amor, amigos. Abrazarse, besarse y expresar nuestros sentimientos. ¡Sería maravilloso! Para finalizar, debemos dejar de imaginar una sociedad que quedó en la historia y volver a nuestra realidad. Como Lucía hay millones en nuestro país y en el mundo, pero está nuestras actitudes hacer que esto cambie. Lucía, Ángeles, Candela, Lola, entre otros y otras, podés ser vos mujer, vos hombre, vos niño o anciano. Paremos con la violencia estamos a tiempo de rever la sociedad que estamos construyendo.
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StaffCronistas/Redacción: Camila Talou, Florencia Manfredi, Lautaro Sanchez, Ayelén Alvarez, Candela Rico, Victoria Navarro, Ramiro Narvaez y Tiziana Sandroni Archivos
Junio 2018
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